jueves, 26 de diciembre de 2013

Los amistad II

No es casualidad, que cuando nos paramos y cerramos los ojos recordemos con ternura o emoción a los "viejos" amigos, los que nos hacen sonreír sólo con mirarnos y decirnos una tontería, de los que nos aparece una leve sonrisa o incluso una carcajada cuando recordamos sus cosas y no nos acompañan o están lejos, o los momentos en los que se crea una nostalgia sana al recordar tiempos pasados que no volverán. Está claro que los tiempos cambian, las gentes evolucionan (en mayor o menor medida), nuestras vidas cambian y nuestras personalidades se van forjando con el paso del tiempo, pero los sentimientos siempre son los mismos. La amistad sincera y verdadera es un regalo del que todos los días hay que dar gracias, porque las personas, o al menos eso creo yo, necesitamos rodearnos de gente que nos apoye, que nos escuche, que comprenda y comparta nuestros pesares y nuestras alegrías, esas miradas sinceras e impacientes por vernos, que se alegran de vernos sonreír, o se entristecen cuando nos ven sufrir, con el más puro amor amistoso y cercano.

Nunca sería quién soy, ni sería como soy, en parte, gracias a mis amigos. GRACIAS

-Por quererme.
-Por no fallarme.
-Por ayudarme.
-Por hacerme crecer.
-Por aparecer cuando menos lo espero.
-Por regalarme vuestra amistad.

OS QUIERO.

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