Siempre intento estar lo más feliz posible, pero sé que siempre existen imprevistos (no tan imprevistos) que uno pretende subsanar, a sabiendas de que no va a conseguir nada.
¿Por qué la vida se ensaña a veces de cierta forma con las personas? ¿Tanto daño habremos hecho en la otra vida (si la hemos tenido)?
Respuestas sin responder, pero que subyacen en el interior de nosotros e intentan resquebrajar los pedacitos de felicidad que a veces se crean en nuestro interior. Son huecos que están casi llenos y que de repente con el soplo del viento se desvanecen y desaparecen sin dejar ni rastro. Hoy es uno de esos días en que me siento vacío y desolado...
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